lunes, 12 de diciembre de 2011

La alimentación en la Prehistoria


Las principales fuentes de alimento en la prehistoria más antigua, el paleolítico, fueron la caza y la recolección de frutos y vegetales silvestres.

Los grupos de homínidos se desplazaban tras las grandes manadas de animales o a lugares donde hubiera caza de forma regular.

Tampoco podemos descartar el carroñeo de piezas abatidas por otros animales (generalmente carnívoros) y que posteriormente eran robadas por los homínidos, o del consumo de animales caídos accidentalmente en cuevas que hacían las veces de trampas naturales, como el caso de la cueva de Galería, en el yacimiento de Atapuerca (Burgos).

Más tarde, en el neolítico, hace 10.000 años, aparece una nueva forma de adquisición del alimento, la agricultura y la ganadería. Cabras, caballos, cerdos, perros y, por otro lado, trigo, cebada. La domesticación y la agricultura trajeron consigo profundos cambios como la sedentarización, ya no hacía falta desplazarse de un sitio a otro para conseguir el allimento. Es en este período cuando empezamos a comer algo parecido al "pan" que hoy conocemos, incluso se han encontrado restos de tortas de trigo con una capa de miel ¿el primer pastel? A propósito, es ahora, con el consumo del cereal, cuando aparecen las primeras caries.

También en el neolítico, con la cerámica, aprendimos a "cocinar" de verdad los alimentos. En cualquier caso, si bien en los primeros momentos del paleolítico parece ser que la carne se consumía cruda, poco a poco, con el dominio y control del fuego, aparecen de manera sistemática huesos quemados al lado de hogueras con marcas de corte en su superfice. Es probable que los primeros "asados" fueran obra de los neandertales, hace 60.000 años.






Temas complejos ¡si los habrá! Existen apuntes y datos sobre la sexualidad del ser humano con miles de años de antigüedad, aproximadamente desde el 5000 a.C., pero al no ser precisos sino más bien “apuntes” como mencionamos, no podemos tomarlas como fuentes confiables, no tienen una estructura sólida de base como para poder fundamentarnos en ellas.
En la Prehistoria aparece la "Monogamia natural"
Sin embargo si sabemos por diversos estudios históricos, que la sexualidad en la Prehistoria se basaba en la promiscuidad, no por el hecho de tener múltiples parejas como lo podemos ver en el mundo actual, sino por tener el hombre salvaje un comportamiento similar a los animales, “manteniendo relaciones sexuales reguladas por los períodos de acoplamiento” (Ligia Vera-Gamboa, Hist. de la sexualidad, Rev. Biomed, 1998, pág. 118).
Sin embargo, y con la evolución propia del hombre, se pasó a una “monogamia natural” con el fin de mantener todo el patrimonio. Veamos, cuando el hombre comenzó la etapa de la sedentarización, introduciendo la ganadería y la agricultura como medios económicos de subsistencia, surge la propiedad privada, en la que el hombre comienza a tener sus propias cosas.



Las familias se inician en la Prehistoria
Ante esto surge la monogamia con la que una pareja, teniendo descendencia, se aseguraba la posesión de sus tierras o medios de subsistencia para el futuro, o al menos eso es lo que indica. Con esto encontramos dos etapas bien definidas en la sexualidad de la Prehistoria y la segunda dará lugar más avanzados los años, al surgimiento de normas religiosas donde se prohíbe el adulterio, como es el caso de los 10 Mandamientos, incluidos en Éxodo XX, 14, donde aparece la prohibición del adulterio.
Si tomamos el Levítico, también en la Biblia, se hace hincapié en este tema, primero con “no desear a la mujer de tu prójimo” y en segundo lugar, prohibiendo la homosexualidad, una práctica muy frecuente en civilizaciones antiguas pero imposible de conocer en la Prehistoria.
Estos son los datos con los que contamos para hablar de la sexualidad en la Prehistoria. No son muy profundos es cierto, pero no podemos negar que son suficientes para poder introducirnos en este tema y, al mismo tiempo, conocer un poco más el modo en el que llegamos a la sexualidad de nuestra era, de nuestra propia ideología como sociedad.

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